
No es que lo diga yo, pero ver Nueva York en otoño, es ver una ciudad diferente. Pasear por Central Park, con sus cientos de tonos de las hojas de los árboles, despierta un aire romántico, que ni en las mejores películas.
Disfrutar de sus calles y sus gentes. Perderte por las plazas y ver ardillas buscando sus frutos secos, te pueden dar una paz que no tiene la ciudad en pleno bullicio.

Dejarte caer por China town o Little Italy…o simplemente cruzar el puente de Brooklyn en una tarde, son sensaciones que difícilmente podrás olvidar. Vístete sofisticadamente en la 5 avenida y pasea por su zona de teatros para dejarte ver.

Escaparate del mundo y sueños para los que llegaron algún día para quedarse. Mezcla de gentes y culturas, que viven el día intensamente como si fuera el último.

Nueva York siempre estará ahí, para recibirte y darte postales que te deslumbrarán.

I love New York
Preciosas imágenes y gracias por la recomendación. Intentaremos ir en otoño el año próximo y te cuento.
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