Nos esperaba de nuevo otro día largo e intenso. Durante la mañana íbamos a visitar el Sequoia National Park y por la tarde nos íbamos a dirigir a lo que sería nuestra última parada en este país, Los Ángeles. Así que madrugamos mucho y con ropa de verano nos fuimos hacia el Sequoia National Park. Pero en el hotel nos dijeron que había previsión de nieve en el parque. Nos costó entenderlo pues como ya he dicho íbamos de pleno verano. Aún así, separamos algo de ropa de abrigo por si acaso. El Sequoia nos esperaba.
Visalia es una zona donde se encuentran muchos naranjos. Se nota la cercanía a California, paraíso de las naranjas. En el recorrido pudimos ver muchos campos de naranjos. Y poco a poco íbamos ascendiendo por zonas montañosas. El cielo se empezó a nublar e incluso apareció una densa niebla. Junto al Sequoia, se encuentra el King,s Canyon. Pero debido a esa niebla no pudimos ver nada. Lo dejaremos para otra vez. Y poco después seguimos ascendiendo y vimos que había nevado. Al final en el hotel tenían razón. Nos chocó un poco pero íbamos preparados.
Y así tras abrigarnos, empezamos la ruta con el coche.
Hacía muchos años que queríamos ver la belleza de estos árboles tan viejos y altos. Y su particular forma y figura. Así que cuando empezamos a ver alguno nos invadió una emoción intensa.
Cómo se puede apreciar, los troncos son de un color rojizo que llama la atención. Altos y elegantes se abren a ambos lados de la carretera.
La niebla y la nieve daban un aspecto invernal de montaña que nos encantó más que si lo hubiéramos visto en época de verano. Además eso de pasar del verano al invierno casi de sopetón, tiene su puntito. Pero no solo hay sequoias aquí. Los abetos y riachuelos propios de un paisaje de montaña, dan ese toque encantador a la zona.
Al poquito empezó a nevar copos con no demasiada intensidad. Que aún nos daba juego para las postales que íbamos viendo. Después de desiertos de rocas, cañones, desfiladeros, dunas de arena y carreteras infinitas, la nieve llego como una bendición a nuestro viaje. Hicimos una parada para ver el corte de un tronco de Sequoia y poder comparar su tamaño.
Corte de sequoya
Lo podrás encontrar a pie de carretera, no hay pérdida. Y seguimos ruta y disfrutando del paisaje invernal. La nieve cada vez iba cayendo más fuerte y copiosa. Y conseguimos llegar al punto fuerte del bosque de sequoias. Íbamos a ver el árbol más importante del bosque. La Sequoya General Sherman.
Ver al Sherman resultó ser otro de los momentazos del viaje. La emoción nos acabó por arrollar en el momento en que lo vimos. Espectacular era poco. Ahí como un rey en su cumbre y adornado de una pequeña ruta entre sus alrededores por el cual se puede hacer una pequeña caminata. Toda una majestuosidad al poder verlo.
Siguiendo ruta
También tuvimos la oportunidad de ver una Sequoya caída y poder ver cómo eran sus raíces.
Y seguíamos bajo la nieve viendo más sequoyas.
Y no queríamos irnos de allí, sin la típica foto junto al cartel y sin abrazar a alguna sequoya para que nos de energía y volver a abrazarlas algún día.
Y de aquí, con las montañas nevadas, emprendimos vuelta a Visalia. Descanso en hotel con piscina al día siguiente carretera de la costa.