Hoy nos hemos despertado y hemos visto que había una lluvia con poca intensidad pero constante. Nos ha roto un poco los esquemas y hemos hecho algún cambio. Viva la improvisación. Tras el desayuno en el hotel Villa Plat, hemos bajado por una calle pequeña que da al mar para ver lo que había. Y hemos descubierto la playa de Kozino.
Está playa no es como podemos conocer cualquier playa. Para empezar es de piedras, más o menos grandes dependiendo en la zona donde te pongas. Es un conjunto de pequeños espigones, algunos de ellos con escaleras para poder subir y bajar al agua. Un agua transparente totalmente. Había hamacas y tumbonas que hemos supuesto que pertenecerían a personas que tienen los apartamentos allí mismo.
Nos ha parecido espectacular y parece un sitio muy tranquilo. Pero ha empezado a chispear y hemos decidido ir en busca de una playa que la teníamos en lista para ver. La playa de Kraljičina. O Kraljičina Plaza como se dice y escribe aquí. La playa de la Reina en español.
Kraljičina Plaza
Estaba muy nublado y ha impedido que la viéramos en todo su esplendor. Pero es de las pocas playas que debe de haber con arena en lugar de piedras. Además hacía un viento de narices. Vamos! día de playa lo que se dice…no.
Su longitud de unos 3 kilómetros, la convierte en la playa de arena más larga de toda Croacia. Está muy cerquita de Nin
Yo iba dispuesto a bañarme pero con el viento que hacía, la sensación de frío era más intensa. Plan descartado. Así que hemos hecho unas fotitos y nos hemos ido.
Y tras pensar un poco, hemos decidido ir a ver el pueblo de Nin, muy cerquita de allí, y que tiene alguna cosa interesante para ver. Al llegar al parking estaba casi lleno. Normal. Con el día que hacía, los turistas nos hemos decantado por ver los alrededores y no hacer playa.
Nin es un pequeño pueblo, muy querido por los croatas, donde su centro histórico, presenta restos romanos e iglesias antiguas. Además Nin, se encuentra en una especie de isla rodeada por mar. A vista de pájaro se ve bien, a juzgar por fotos que hemos visto.
Tiene un par de calles peatonales en cuyo alrededor está todo lo que se puede visitar.
Calle principal en Nin
Lo primero que nos encontramos es la Iglesia de San Anselmo del siglo XII. Nada o poco ornamentada pero, es por ello que le da un encanto especial.
A su lado encontramos por una parte el Campanario de la Iglesia de San Anselmo. Que también data del siglo XII.
Seguimos ruta y nos encontramos con la Catedral más pequeña del mundo. Que aunque tenga ese título, ahora se le llama Iglesia de la Santa Cruz.
Es del siglo IX y estilo prerománico donde además, se puede averiguar cuándo es el solsticio y equinocio por la luz que entra por su ventana. Además tiene un dintel sobre la puerta aún bien conservado que bien merece la pena verlo.
Posiblemente sea la iglesia más antigua que he visto.
Al lado encontramos un Templo Romano del siglo I d.c. Bueno, lo que queda de él.
Columna de capitel corintio y algunos capiteles más que podemos observar a su lado.
Estaba considerado, el templo más grande del Mar Adriático.
Al lado de la iglesia de San Anselmo, encontramos también, una escultura del Obispo Grgur Ninski ( Gregorio de Nin) realizada por el escultor Iván Mestrović.
Mestrović, realizó 3 estatuas dedicadas a este obispo. La más conocida a parte de esta de Nin, se encuentra en Split. La veremos cuando vayamos a Split.
El Obispo Grgur Ninski, fue conocido por oficiar sus servicios religiosos en croata y no en latín como era lo normal en esa época. Se le considera un tipo héroe por su hazaña. Y si le tocas el dedo gordo del pie, tendrás buena suerte, o por lo menos eso dicen. A juzgar por el descolorido de dicho dedo, creo que todo el mundo lo toca.
Alguno de nosotros no íbamos a ser menos.
A continuación fuimos callejeando un poco viendo postales del pueblo como estas.
Al salir del centro histórico aún vimos restos de la muralla que lo rodeaban.
Decir que el pueblo de Nin, se unía a tierra firme por dos puentes. Uno de ellos está ahora en reconstrucción por una subida de agua que lo acabó destruyendo.
Y ya saliendo de Nin, a pocos metros en dirección a Zadar encontramos una joyita de estilo románico primitivo. La Iglesia de San Nicolás.
Sobre una pequeña colina, se haya la única iglesia de este estilo que aún se conserva en Dalmacia. Una maravilla.
Como de nuevo había salido el sol, nos dirigimos a la playa Kozino para ver si podíamos pegarnos un baño. Y vaya si lo hicimos.
Está vez con sol, y muy poquita gente. Así que mientras escuchábamos al mar golpear sobre los pequeños espigones nos relajamos mucho. Ya sólo quedaba comer y beber algo en un club que habíamos visto a primera hora de la mañana. El Restaurante/Lounge Bar Santorine.
La atención del personal fue super chachi piruli y nos encantó comer alli. Con sesión de fotos incluida.
Tras este pequeño placer que nos pegamos, emprendimos ruta, dejando atrás la zona de Zadar, y adentrándonos en el interior de la Croacia profunda. En dos horas teníamos que llegar al pueblo de Rakovica. Al norte de Zadar y muy cerquita del Parque Nacional de Los Lagos de Plitvice. El camino tenía unos paisajes preciosos, pero de nuevo se había vuelto a nublar y no lucía tanto como hubiéramos querido. En dos horas llegamos ya a Rakovica, el pequeño pueblo de montaña, donde los columpios son de madera…. jajaja.
En este pueblo nos alojamos en el pequeño hotel Villa Rubčić, un hotelito con mucho encanto donde pasaremos dos noches.
Dejamos las cosas en el aparta hotel, y fuimos a comprar algo a un super para cenar. No teníamos mucha hambre y decidimos cenar en el apartamento alguna cosa a modo de guarrería.
Y antes de meternos para descansar del día de hoy aún recorrimos una pequeña carretera a ver qué se veía por este pueblo solitario y silencioso.
Mañana más y mejor. La visita fuerte del viaje. A ver qué tal!