Nuestro segundo día en Siem Reap, empezaba de noche todavía. Íbamos a continuar viendo los templos de Angkor, empezando por el templo mejor conservado y más importante de todos. El Templo de Angkor. Angkor Wat
El Angkor Wat es el templo mejor conservado de todo el Parque Arqueológico de Angkor. También es el más grande.
Construido en el siglo XII, como templo, también funcionó como Palacio Real, de la cultura Jemer. Cientos de personas vienen a ver el amanecer justo delante de él, en el cual se encuentran balsas de agua desde donde poder ver los primeros destellos del sol.
Suele haber mucha gente, pero siempre se encuentra un hueco para poder hacerse un selfie sin personas que te molesten. Así q no sufrais por ello. Una vez hubo salido el sol, nos adentramos entre sus muros para descubrir el Templo.
Nosotros recorrimos por fuera el templo hasta llegar al otro extremo y verlo por la parte de atrás.
Hay otra entrada en la parte posterior, y así nos hacíamos una idea de lo grande que era. Es el templo mejor conservado pues estuvo habitado por monjes budistas posteriormente a la desaparición del imperio Jemer.
Es un templo bastante simétrico, con cinco torres esculpidas en piedra y que a día de hoy se nota un cierto deterioro.
por una de esas torres hay una escalinata para poder subir. Y allá que fuimos.
Lógicamente, como templo que es, tendrás que pagar y además ir vestido adecuadamente, con hombros y piernas tapados.
Desde arriba se ve como la selva inunda las edificaciones de todo Angkor.
Ya una vez dentro accedemos a un patio cuadrado donde posiblemente se utilizara como depósitos de aguas y a la vez para reuniones y demás.
Un patio simétrico rodeado de columnas con naves rectangulares.
Bajo las columnas encontrarás monjes y aprendices a budistas, que por pocas monedas te pondrán un cordel en la muñeca para buena suerte y esas cosas.
La decoración con escenas de la vida cotidiana, y de diversas divinidades, propio de la cultura Jemer.
Destacan estás columnitas serpenteadas a modo de rejas grabadas y esculpidas en ventanales.
Seguimos por pasillos abiertos, admirando las construcciones majestuosas de lo que fue un auténtico Palacio de ensueño.
Realmente no acabas de hacerte una idea bien bien de cómo pudieron ser en su momento, pero si acabas pensando que majestuosos era poco.
Y ya fuimos saliendo pasando de nuevo por todo el templo y con la sensación de haber visto algo increíblemente impresionante.
Pudimos ver unos cuantos monos revoloteando por allí.
Y casi al salir, pude hacer una de las fotos que más cariño tengo. Y justo después de pasar las balsas de agua, y dónde se encuentran los conductores, podrás comer algún tentempié, en alguno de los pequeños puestos de comida que encontrarás. A continuación seguimos visitando otros templos del parque arqueológico de Angkor. Ahora tocaba el turno a ver el Bayon Wat.
El Bayon Wat fue construido a finales del siglo XII y creado al estilo budista, aunque posteriormente hubo alguna inclusión del hinduismo.
Es conocido por sus 54 torres y cerca de 200 caras semi sonrientes esculpidas en sus cuatro lados de cada torre.
Hay varias versiones para encontrar el significado de estas caras. Una de ellas es la posibilidad de que sean representaciones del mismísimo Budha.
Y otra que posiblemente sea más fiable, es que sea la cara del rey rey que vivió mientras se finalizó de construir el templo. El rey Jayavarman VII.
El templo es de planta irregular, y esta formado por tres niveles concéntricos. En el último encontramos un santuario al dios Vishnu.
Vishnu
En los muros grabados de divinidades y bailarinas muy bien conservados.
Visitar este templo es como entrar en un mundo donde sentirse observado.
Acabábamos de ver el segundo templo más importante y más visitado de todo el parque arqueológico de Angkor. Aún nos quedaban algunos templos no tan conocidos y el más famoso y fotogénico de todos. Pero lo dejaremos para la segunda parte de este día largo y emocionante.